Conocida comúnmente como “Pedregal”, está colonia ha sido un referente de exclusividad en el sur de la Ciudad de México desde su fundación en los años cincuenta. El nombre de esta zona tiene su origen en la erupción del volcán Xitle hace más de dos mil años, cuando su magma recorrió varios kilómetros y cubrió diversas zonas de la ciudad. El magma con el paso del tiempo se convirtió en piedra volcánica que el día de hoy forma parte del paisaje tan característico del Pedregal.

Desde sus inicios ha sido una zona residencial de la más alta categoría con una influencia muy marcada de los grandes arquitectos de aquella época como Luis Barragán, Max Cetto y Mathias Goeritz.

Es una zona residencial con una atmósfera muy particular donde sus largas avenidas y boulevares se funden con un paisaje orgánico de piedra, flores y áreas verdes que sin duda otorga una experiencia única para sus habitantes.

No podemos dejar de destacar su conectividad con otras zonas de la CDMX ya que su cercanía con el Anillo Periférico y la Supervía Poniente hacen los recorridos más ágiles.

El Pedregal es una colonia donde se respira tranquilidad, lo cual lo hace atractivo para familias y adultos mayores. Es muy común encontrarse con los vecinos en las zonas comerciales que tiene la colonia ya sea en sus tiendas locales de mucha tradición o en plazas más grandes como Perisur y Artz.

Es una zona muy completa en los servicios que ofrece ya que tiene colegios de alto nivel, dos de los centros comerciales más importantes de la ciudad, comercio local de calidad y buenos restaurantes.

Caminar. Al ser una colonia muy extensa y de topografía irregular, el uso del automóvil es casi una necesidad para moverse dentro de la zona.

La oferta inmobiliaria residencial se centra en casas grandes construidas sobre extensos terrenos, donde al día de hoy prevalece un estilo moderno por encima del acostumbrado en la fundación de la zona. En años más recientes se han desarrollado condominios horizontales con casas que si bien no son de las dimensiones de las primeras en construirse, no dejan de ser de tamaño considerable.

ARTZ Pedregal. Pasar una tarde con la familia en este centro comercial es algo que no puedes dejar de hacer. Come en uno de sus extraordinarios restaurantes y conoce las exclusivas tiendas sin dejar de apreciar su sofisticada arquitectura.